Tres soldados se convirtieron en las primeras víctimas oficiales del ejército de EEUU en Pakistán en un atentado cerca de un colegio de niñas.
También fallecieron tres alumnas del recinto y otras 70 personas más resultaron heridas, en su mayoría también estudiantes.
La embajada estadounidense dijo que el personal militar estaba en el país sólo para entrenar a soldados pakistaníes y ambos gobiernos negaron una mayor presencia de tropas americanas en el país.
Al parecer, en el momento del ataque, los militares atendían la inauguración del colegio que había sido renovada con ayuda humanitaria de EEUU.
El vocero talibán Azam Tariq admitió su responsabilidad en la explosión.
El impacto destruyó una buena parte del colegio, dejando a las niñas pidiendo ayuda bajo los escombros.
Los talibanes han atacado frecuentemente las escuelas femeninas en los últimos años, las cuales han debido ser reconstruidas.