El reciente fallo emitido por el Segundo Juzgado de Familia de Santiago, que reconoció la filiación de una pareja de mujeres respecto de su hijo, relevó un tema que la reproducción asistida reconoce hace décadas: las familias homoparentales.
La historia de estas dos mujeres, deseosas de compartir la maternidad respecto de su hijo, y de que ésta fuese reconocida por el Estado chileno, dejó al descubierto que hace un tiempo existen este tipo de familias; es decir, de madres homosexuales que buscan la maternidad compartida. Y, por otro lado, de cómo la medicina reproductiva permite que eso sea una realidad.
“No era la primera vez que me sometía a un tratamiento para tener un hijo. Pero como el proceso anterior había fallado, me lo tomé con calma”, recuerda Gigliola Di Giammarino – una de las participantes del citado dictamen judicial-, quien junto a su pareja Emma de Ramón son madres de Attilio, un niño de 2 años.
“Fuimos avanzado paso a paso, con cada etapa del tratamiento”, comenta. Destacando como fundamental la afinidad y buena relación que se dio con el equipo clínico, que las acompañó en su tratamiento de reproducción asistida. “Es importante creer en tu médico porque es un proceso largo, donde las cosas muchas veces no salen como esperabas. Son muchas etapas, pero él nos dio confianza”, asegura.
Vínculo que comparte el ginecólogo Andrés Carvajal, experto en reproducción humana de IVI Santiago, quien estuvo a cargo de su caso. “Uno siempre se involucra con sus pacientes; sus historias personales y únicas, hacen que te sientas parte de su proyecto y hagas lo posible para que cumplan su sueño de ser madres”, señala.
La incorporación de nuevas tecnologías presentes en esta área de la medicina cada vez más especializada, han permitido que millones de mujeres – sin discriminar ni por estado civil ni orientación sexual – en el mundo, logren un embarazo de forma exitosa.
“Desde mi perspectiva como médico especialista y tratante de estas madres, me siento orgulloso de colaborar desde la ciencia a que mujeres cumplan su sueño de lograr un embarazo, y doy gracias de haber conocido a estas dos madres ejemplares”, sostiene el doctor Carvajal.
¿Qué ofrece la medicina reproductiva?
“Existen diversas opciones de tratamiento para parejas lesbianas o mujeres sin pareja. Todas ellas utilizando donación de semen. Se dividen en procedimientos de baja y alta complejidad, según sean las condiciones y necesidades de las pacientes. cada día son más quienes se atreven a buscar esta opción”, asegura el ginecólogo Andrés Carvajal, experto en medicina reproductiva.
El abanico de métodos disponibles hoy día en Chile contempla tratamientos que van desde los menos complejos, como la Inseminación Artificial hasta la Fecundación In Vitro (FIV), con uso de óvulos de una donante.
“En el caso de la Inseminación Intrauterina, lo que se hace es – mediante estimulación ovárica – inducir la ovulación de quien gestará el embarazo para luego depositar una muestra de semen capacitado en su útero, y así lograr la fecundación. Para poder realizar esta técnica, la paciente debe tener las trompas del útero sanas y una reserva ovárica normal. Las tasas de embarazo son del 20% en promedio”, explica Carvajal.
Cuando ambas madres participan biológicamente del embarazo
Los tratamientos FIV – que este año celebran 42 años desde el nacimiento del primer “bebé probeta”-, son otra alternativa. “Es una técnica que se realiza fuera del cuerpo, en un laboratorio, es de alta complejidad, sin embargo, sus exitosos resultados lo convierten en una excelente opción. Las tasas de embarazo varían entre un 50 a 70% por cada transferencia embrionaria y sobrepasan el 90% después de tres intentos”, sostiene el médico.
La mayoría de estos procedimientos utilizan gametos de un banco de semen, aunque hay excepciones. “Si una pareja desea que el donante sea alguien conocido o exclusivo, se puede realizar, pero debe pasar por exámenes de control para certificar que sea sano”, acota.
Es posible realizar procedimientos FIV con óvulos propios o se utiliza la donación de óvulos por razones médicas como la mala calidad ovocitaria o enfermedades hereditarias que no pueden ser detectadas por técnicas de Preimplantation Genetic Testing (PGT); o fallos repetidos en Fecundación In Vitro o ICSI por baja respuesta.
Pero también, puede ser por elección propia. “Desde hace más de una década realizamos en Chile, el Método ROPA https://ivinet.cl/tratamientos-reproduccion-asistida/metodo-ropa/ (Recepción de Ovocitos de la Pareja). Esta técnica está pensada para parejas homosexuales compuestas por dos mujeres en las que ambas quieran participar activamente del tratamiento de Reproducción Asistida. “Consiste en la fertilización de los ovocitos de una de las madres con espermatozoides obtenidos de un donante. Una vez obtenidos los embriones, estos son transferidos al útero de su pareja. De esta manera se logra lo que llamamos maternidad compartida o co-maternidad; ambas madres participan biológicamente del embarazo”, detalla el especialista.
Datos de Clínica IVI www.ivinet.cl
IVI nació en 1990 como la primera institución médica en España especializada íntegramente en reproducción humana. Desde entonces ha ayudado a nacer a más de 160.000 niños, gracias a la aplicación de las últimas tecnologías en Reproducción Asistida. A principios de 2017, IVI se fusionó con RMANJ, convirtiéndose en el mayor grupo de Reproducción Asistida del mundo. Actualmente cuenta con más de 65 clínicas en todo el mundo y es líder en Medicina Reproductiva. https://ivi.es/ – https://www.rmanj.com/
