Los dos dueños de la mina fueron formalizados debido a la amputación de la pierna de un trabajador, antes del derrumbe que aún mantiene encerrados a los 33 mineros.
La orden fue decretada por el juzgado de Letras y Garantía de Calder, para Alejandro Bohn y Marcelo Kemeny -dueños de la mina San José- por «lesiones graves gravísimas» acontecidas a Gino Cortés, un trabajador al que se le amputó una pierna al interior de la mina.
Por el accidente ocurrido en julio de 2009, se desplomó una roca de 100 kilos sobre la extremidad del trabajador.
Por el lamentable hecho, también fueron formalizado el gerente general de operaciones de la minera San Esteban, Pedro Simunovic, y al jefe de operaciones, Carlos Pinilla.
Por su parte, la fiscalía definió un plazo de investigación de 90 días, fijando además para el 5 de noviembre un posible acuerdo reparatoroi entre las partes.