Hoy es posible que sepamos la verdad sobre los 33 mineros atrapados, que nos ha tenido colgando de un hilo durante dos semanas.
A eso de las 21 horas, la excavadora que llevaba casi 700 metros se detuvo a cambiar una broca, a las puertas de encontrar a los 33 mineros atrapados en la mina San José, donde todas las esperanzas de un país convergen en encontrarlos con vida.
Luego del problema mecánico, se supondría que la sonda alcanzaría una de las galerías cercanas al refugio, sin embargo, los planos que la máquina seguía tenía grandes imprecisiones, según estimó Codelco.
Los expertos, liderados por André Sougarret, sostuvieron que se necesitaban entre «ocho y 10 horas» para resguardar los contornos de la perforación y enviar una cámara que permitiera «tomar contacto real» con lo que ocurre abajo.
«Hay que asegurar el pozo y para eso vamos a desarrollar una labor de ‘encamisado’ y, posteriormente, bajaríamos la sonda, que tiene cámara de televisión y audio», explicó el ingeniero.
Por su parte, los mineros que trabajan en las labores de rescate postulaban que soltaran una cuerda por la cavidad, y que a través de un peso fuera bajando.
Golborne pidió «calma». Sostuvo que «no es que estemos a punto de tener contacto, tenemos una sonda que está bien orientada para llegar a alguna galería y tiene, por lo tanto, algunas probabilidades de golpearla».
En tanto, el abogado de los dueños de la mina, Hernán Tuane, dijo a a un medio noticioso que «si el peso de la ley debe caer sobre mis clientes, tendrá que ser así» y que en caso de decretarse la quiebra de la empresa, los trabajadores y sus familias serán de quienes primero se preocupen. «Mis clientes van a responder», puntualizó.