Los últimos ataques, que al parecer tenían como objetivos a peregrinos chiítas, dejaron ocho decesos en Bagdad.
Los peregrinos chiítas están celebrando el festival de Ashura y la seguridad ha sido redoblada en el país para intentar prevenir ataques de militantes sunitas.
Uno de los días más importantes del calendario chiíta, Ashura es un período de luto que dura 40 días y conmemora la muerte de Imam Hussein, el nieto del profeta Mahoma.
Cinco personas murieron en un funeral chiíta al explosionar una bomba en una carpa donde se reunían los parientes del fallecido, en un suburbio de Ciudad Sadr.
Tres más fueron víctimas de otra explosión en el distrito de Zaafaraniya.
Anteriormente, dos bombas en Hilla (100 km al sur de la capital) mataron a otras 15 personas.