Al menos 13 personas murieron en un atentado suicida en Lahore, ciudad que se ubica al este de Pakistán.
Más de 60 otros fueron heridos ante la explosión de un vehículo que tenía como objetivo un edificio que albergaba al departamento anti-terrorista de la agencia federal de investigación.
La cantidad de explosivos fue tal, que la edificación de dos pisos se desplomó ante el impacto
Lahore, ubicada cerca de la frontera con India, ha sido el foco de ataques de los militantes en varias ocasiones.
El gobierno de Pakistán condenó el atentado, culpando a los «asesinos que desean desestabilizar a Pakistán».
Un vocero de los talibanes en ese país, informó que fueron ellos quienes organizaron los ataques.