Ahora surge el debate de la otra termoeléctrica que se quiere instalar en las cercanías de Punta de Choros, proyecto denominado Cruz Grande, propiedad de CAP.
Al parecer, aún no culmina el intenso debate surgido de la aprobación y -posteriormente eliminación- de la termoeléctrica Barrancones de la empresa multinacional franco-belga Suez.
Esto porque existe otra inicitiava termoeléctrica aún mayor que la suspendida Barrancones. El proyecto se denomina Cruz Grande, propiedad de CAP S.A, proveniente de la Compañía de Aceros del Pacíficico (CAP) y tiene un costo de inversión que sobrepasa los US$ 460 millones.
La iniciativa energética pretende instalarse en el sector de Cruz Grande, a sólo unos cuantos kilómetros de la pospuesta Barrancones, alcanzando una vida últil de 30 años y entregando un importante sustento al Sistema Interconectado Central (SIC).
Mientras tanto, el proyecto se encuentra en suspensión momentánea, ya que además de las observaciones que se le han realizado por parte de organismos públicos, el estudio de impacto ambiental de Cruz Grande será entregado recién el 31 de marzo del 2011, remoción acogida por la Corema de la IV Región, sostiene el representante de CAP, Víctor Díaz.
Expertos y ambientalistas ven este proyecto energético con las mismas externalidades negativas que presentaba la malograda iniciativa de la empresa franco-belga, por lo que se suspendería su instalación.
«Según el compromiso del Presidente, creemos que se va a rechazar Cruz Grande también», lo señala Rosa Rojas, vecina de Punta de Choros y presidenta del Movimiento de Defensa del Medioambiente (MODEMA).
La dirigente -además- realiza un llamado a los políticos y funcionarios del gobierno a tomar conciencia de los costos que correría el país al instalar este tipo de industrias, las que ya han contaminado buena parte de comunas, al norte de nuestro país.