Fue un espectáculo salido de la década de los ochenta, que reunió a casi 8 mil 500 asistentes que vinieron a recordar y presenciar en vivo todo el ritmo y las baladas del cantante estadounidense.
El show del afroamericano comenzó con su famosa canción «Hello» en una versión bailable, encendiendo a los asistentes del Movistar Arena.
El espectáculo en sí, estuvo basado principalmente en el fuerte del artista: los años ochenta, desde donde realizó una retrospectiva correcta e impecable de sus mejores éxitos.
No faltaron en la noche los típicos lentos tales como «Say you, say me» y «Hello». Su banda -por su parte- destacó con luces propias, sobre todo en las versiones de hits como «All night long», «Truly love», «Endless love» y «Still».
Otro tema bastante conocido que el artista interpretó fue «Easy», aquella balada de los Commodores que Faith No More hizo famosa en las generaciones más rockeras.
En la noche, hubo muchos saludos del cantante a los casi 8 mil 500 asistentes, quienes salieron maravillados de una noche surgida del recuerdo, de casi treinta años atrás, con un artista que ha mantenido su voz intacta desde aquella época dorada.
Fue una velada inolvidable, casi hasta las lágrimas para aquellos nostálgicos que bailaron y conocieron a sus primeros amores en presencia de las baladas imborrables de Lionel Richie.