Reportaje mujer emprendedora

Betty, orgullosa almacenera de Achao: “No me iría a otro lugar”

Es una de las participantes en el país de 5by20, la iniciativa de Coca-Cola que al final de 2020 habrá capacitado a 5 millones de emprendedoras en todo el mundo.

“La gente en la isla ahora vive bien, no como cuando yo era niña y había que caminar una hora y media para ir a la escuela, sin zapatos”, rememora Albertina Ruiz. Está sentada en una pequeña oficina calefaccionada al fondo de su negocio. “Supermercado y Ferretería Donde Betty” es uno de los almacenes más tradicionales de Achao, núcleo comercial de la Isla de Quinchao, en el archipiélago de Chiloé. 

La de Albertina es una historia de esfuerzo. Betty nació en la Chulín, otra isla de la comuna de Chaitén, desde donde se trasladó hasta Achao con su padre cuando apenas tenía ocho años. Al poco tiempo murió su papá y ella quedó a cargo de una familia de desconocidos, donde tuvo que comenzar una nueva vida.

“Crecí trabajando desde muy chica en esa casa donde me habían dejado, que tenía pensionistas y un restaurant. Cuando salí de sexto básico no me dieron permiso para seguir estudiando y eso me dolió mucho, porque yo era buena para las matemáticas y otras asignaturas. Fue dura mi vida ahí, porque me convertí en la niña allegada de la familia, aunque todos los pensionistas velaban por mí”, confiesa.

Uno de los pensionistas de esos años se conmovió tanto de verla tejer con palillos, siendo tan joven, que le regaló una máquina de tejer que se transformaría en su primer emprendimiento. Para Albertina, ese hombre fue “como un ángel caído del cielo. Me dio la herramienta y después en los centros de madres me enseñaron a usar la máquina. Así comencé a tejer chombas para el colegio y con eso subsistía”.

Casarse fue la forma que buscó Albertina para escapar de una casa y una vida que no quería. Su esposo Julio Ascencio falleció hace algunos años, pero ella todavía le agradece haber iniciado juntos el que sería su principal proyecto: su almacén en Achao. “Mi marido y su padre tenían camiones e iban a Santiago semanalmente. Ahí aprovechaban para traer frutas que yo empecé a vender en la puerta del negocio de mi suegro”, cuenta.

Entre tomates, cebollas, peras y chirimoyas, el emprendimiento de Betty fue creciendo hasta que pudo independizarse de su suegro y arrendó un local comercial. En 1975 abrió su primer negocio y comenzó a vender abarrotes, mientras su entorno le decía que era una locura. “En esos años nadie arrendaba locales, entonces hubo gente que dijo que se me estaban subiendo los humos a la cabeza. Pero me fue muy bien y varios me empezaron a copiar. Entonces dejé de vender frutas y comencé a trabajar la harina, las bebidas, la ferretería”, relata.

Tiempo después, ya tenía su propio local, un anhelo que se transformó en todo un proyecto de vida, que hoy mira con orgullo, porque le sigue permitiendo dar trabajo a personas de la comunidad. “Teniendo apenas sexto básico, igual siento que me ha ido bien”, confiesa.

Historias de esfuerzos y contratiempos hay muchísimas, pero para la superación, no alcanza con la fuerza de voluntad sola. Betty lo sabe. Ella es una de las más casi 14.500 mujeres que participaron del programa Almacenes de Chile, que se realiza en conjunto con el Ministerio de Economía en el marco de 5by20, la iniciativa que Coca-Cola lleva adelante desde 2010 en todo el mundo y que, para finales de 2020, habrá permitido que 5 millones de mujeres desarrollen sus habilidades comerciales y puedan superar las barreras sociales y económicas que enfrentan para potenciar sus emprendimientos. 

En cada país, Coca-Cola se asoció con gobiernos y ONG locales para desarrollar programas que llegan a mujeres que integran la cadena de valor de la Compañía, pequeñas emprendedoras y otras que sueñan con serlo, allí donde se encuentran -tanto en las grandes ciudades como en poblaciones más alejadas- con actividades que incluyen formación en gestión de negocios y redes de mentorías entre pares. Ya son más de 4,6 millones de mujeres en todo el planeta que han adquirido herramientas necesarias para su desarrollo.

5by20 se ocupa de las barreras más comunes que enfrentan las mujeres cuando se trata de tener éxito en el mercado. Las participantes son productoras, agricultoras, proveedoras, distribuidoras, minoristas, recicladoras y artesanas. Esta iniciativa les ofrece acceso a cursos de formación en habilidades comerciales, servicios financieros y conexiones con compañeros o mentores. También, la confianza que viene con la construcción de un negocio exitoso.

Albertina Ruiz tiene tres hijos y, a diferencia de ella, todos cumplieron el sueño de llegar a la universidad, porque “lo que más les dijimos con mi marido fue que estudiaran, que fueran lo que nosotros nunca fuimos. Ellos fueron inteligentes y sacaron su carrera gracias a este negocio, que permitió pagar todo”.

Mientras la salud la acompañe, dice que seguirá abriendo el almacén de nueve a seis. “Acá en Achao empecé, acá me casé, acá vivo y nunca me iría a otro lugar”, finaliza.

Comunicado de prensa:
Fernanda Miranda [C]

Prensa

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