#Noticias de la lluvia en Delia y el manuscrito perdido de Neruda…

-¿Recuerdas la casa Michoacán de Pablo Neruda?, le pregunté a María Paz Mateluna por Messenger mientras trataba de enviarle esta foto. Llueve en la Ruta de Los Poetas, me falla la Internet y la memoria anda a caballo del Winnipeg, tan desterrada por guerras, tan silenciosa y Hormiguita para intentar rescates humanitarios… al menos literarios. Discreto Amanuense en su propósito L´Hermitage.
La casa Michoacán de Delia del Carril, me aclara y despeja María Paz, con reportaje y prensa en mano y pincha aquí…
Porque no es casa de Isla Negra ni Valparaíso. Tampoco de la lejana Birmania. La casa Michoacán es más bien de olvidos. Como el que llueve sobre Delia…
Michoacán: casa de dos chimeneas y un altillo en Santiago de Chile. Comuna de La Reina. Un bar y en cada espacio la presencia de Federico García Lorca. En su honor Delia y Pablo construyen un anfiteatro.
Delia. Culta, argentina y políticamente activa. Gran amiga de María Teresa León, Rafael Alberti, Maruja Mallo, Federico García Lorca y Vicente Aleixandre. Artífice de Pablo Neruda para ser conocido en la Europa de los 30. Delia cantada por Miguel Hernández como: «La de los ojos boquiabiertos». También Rafael Alberti le dedica poemas:
“Delia en los días más felices de España,
Delia en los tristes y claros de la guerra…”.
Rafael Alberti le dedica poemas… y ella se dedica a rescatar refugiados de la Guerra Civil Española. El Winnipeg.
Neruda cónsul en España la sigue y consigue. El barco. Navegan con refugiados españoles hasta América. Poesía solidaria. Hermoso afán de Delia por ayudar a sus amigos artistas durante la guerra. Por eso es que Isaías Cabezón la apodó como La Hormiguita. Frágil sólo de apariencia. Gigante para lograr sus propósitos. El Winnipeg. La vida.
La casa es poesía y refugio. Delia revisa y corrige algunos poemas de Neruda. Las Odas Elementales y el Canto General. Ambos son fragua y verso en un altillo sobre la biblioteca… o regando los árboles del patio.
Cuando Neruda cumple 50 años yo recuerdo que me queda uno para el mismo verso. Delia lo celebra en la casa Michoacán. Pablo y las amistades. Rituales y excentricidades. Las luces que encandilan al poeta. Pablo entierra un manuscrito en el jardín. Hay algunos registros fotográficos de la ceremonia. Pero hasta hoy no aparecen los manuscritos. Siguen buscando y pincha aquí…
Porque todo se pierde. Incluso el amor. Pablo se marcha con Matilde Urrutia… y Delia pinta. Entre Michoacán, Francia y Argentina. Pinta perdones y caballos y olvidos…
Pinta y vive hasta los 104 años de edad. Ese día uno de sus caballos se salió de cuadro. Rompió la tela y relinchó. Saltó al suelo y cabalgó hasta la cama de Delia. Y le habló. Como sólo un caballo y una Hormiguita pueden dialogar. Sin miedo a la muerte…
-Por eso hasta ahora Delia pinta aquí en la Ruta de los Poetas –le comento a María Paz por Messenger-, ¿recuerdas ese reportaje de la casa Michoacán de Pablo Neruda?
-Recuerdo a Delia…, me responde María Paz y yo feliz constato que pese a la lluvia y el tiempo y el viento las comunicaciones siguen funcionando aquí en la Ruta de los Poetas…
Porque hay amigos. Amigos que todavía recuerdan. A la hora que sea. Todos con su Winnipeg a la orilla del Pacífico. Siempre listos para zarpar…

(Del Proyecto Comunica-Arte en el Libro Digital Ventanidades)
Marcel Socías Montofré
Amanuense y corresponsal en Nueva York para los amigos…
El Tabo. Ruta de Los Poetas. Chile. De océano y Pacífico.
Mayo 29 de 2018

Marcel Socias

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