Un infarto, a los 90 años de edad, fue el detonante de la partida de un grande para la historia del deporte chileno.
Esto porque Fernando Riera lideró como entrenador a la selección nacional del año 62, mismo año en que Chile organizó el Mundial de Fútbol, obteniendo un tercer puesto histórico en la competencia futbolística.
«Falleció a las 10 de la noche por un infarto. En los últimos días no había estado muy bien», explicó el hijo del entrenador, Fernando Riera hijo, añadiendo que el deceso de su padre «no es tan inesperado, porque tenía 90 años».
Por su parte, Riera tuvo una destacada carrera como futbolista, militando en clubes franceses como el Stade de Reims y luego siendo traspasado al FC Rouen.
Otro de sus logros que figuran en su currículum, fue dirigir al Benfica hasta la final de la Copa de Campeones de Europa en 1963, estando al mando de equipos de la talla de Nacional de Uruguay, Boca Juniors y Deportivo La Coruña.
La partida del técnico produjo un profundo pesar en la esfera deportiva de nuestro país, por lo que el presidente de la ANFP, Harold Mayne-Nicholls, bastante acongojado sostuvo que «Don Fernando dejó muchas enseñanzas por su seriedad y capacidad en el trabajo, lo que se plasmó entre otros logros en el tercer lugar de Chile en el Mundial. Se ha ido el técnico más importante del último tiempo, quien deja una huella muy valiosa», puntualizó el mandamás del fútbol chileno.