Más de dos mil marines estadounidenses se unirán a las mil tropas en terreno en Haití, intentando ayudar en el desastre tras el terremoto de hace casi una semana.
El director de la ONU, Ban Ki-Moon, dijo que recomendaría al Consejo de Seguridad agregar tres mil 500 unidades más.
Los haitianos siguen escapando de las grandes ciudades y muchos ya han postulado para visas norteamericanas.
Según corresponsales, unas cinco mil personas se han alineado en la embajada de EEUU en un intento por reunirse con parientes de la gran comunidad que habita en aquel país.
Los marines están equipados con maquinaria pesada, una docena de helicópteros y soporte médico.
Cada vez se vuelve más difícil llevar la ayuda al centro de Port-au-Prince, debido a la ira producida por el hambre, requiriendo escoltas militares para las caravanas de reservas.
Algunos helicópteros han comenzado a lanzar provisiones y agua desde el aire para menguar la desesperación, pero sólo alcanzan para unos pocos supervivientes.