Silvana y María José son pioneras en la fabricación de una fórmula que permite renovar muebles, objetos y espacios de forma fácil y rápida.
Cuando María José Reyes y Silvana Arru decidieron emprender, ambas se encontraban con trabajos demandantes y con poco tiempo para la familia. Incluso habían sido madres hace poco y la carga laboral las estaba asfixiando.
Fue en ese momento cuando Silvana encontró un producto que le pareció interesante. Se trataba de unos rodillos de caucho con diseño que imitaban papel mural y que podrían ser una buena idea traerlos a Chile para comercializarlos. Entonces, María José comenzó la búsqueda de proveedores y descubrió que uno de ellos utilizaba una pintura particular en sus productos: Chalk Paint. Una pintura que hasta ese momento no existía en Chile y que tenía características particulares por su fácil aplicación y adherencia.
Un producto que era todo un éxito en Inglaterra y que pensaron de inmediato traer a Chile. El problema fue que la representación de la marca en otro país costaba una fortuna que no tenían. Depresión.
Las dos amigas volvieron a sus trabajos y a la rutina. Pasó un tiempo hasta que un amigo en común les presentó por casualidad a una químico.
En una conversación informal, María José le contó su sueño frustrado de comercializar una pintura que era un éxito en Europa. Le respondieron “¿y por qué no fabricas tu propia pintura en Chile?”. En ese momento María José vio que su anhelo podría ser posible.
Tras 2 años de trabajo con experimentos, pruebas y errores; lograron dar un con una fórmula que mejoraba las prestaciones que ellas habían visto en Europa. Pudieron crear finalmente un stock de 8 colores de Pintura Vintage efecto tiza que se aplica en cualquier superficie, que no necesita lijado previo, no es tóxica y de secado rápido. Un acierto para el objetivo de reutilizar muebles y objetos.
Empezaron con una pequeña bodega y con pedidos por redes sociales. Luego la gente les demandó tutoriales e ideas. Comenzaron a hacer talleres de 4 horas. Creció la demanda y comenzaron a hacer talleres en regiones. Aumentaron el stock de colores, ceras y barnices. De reutilizar objetos y muebles se expandieron a espacios completos como baños, cocinas y ambientes. Vieron que las posibilidades ahora no tenían límites.
Fue en ese momento en que María José y Silvana dejaron sus trabajos y se abocaron 100% en su emprendimiento.
Hoy tienen su propia tienda ubicada en Vitacura, realizan 6 distintos tipos de talleres mensuales donde enseñan diversas técnicas como falso enlozado, óxido, imitación piedra, decapado y muchas más. Poseen más de 40 mil seguidores en redes sociales, cuentan con 7 embajadoras de su marca y se transformaron en un referente de sustentabilidad y decoración.