La tasa de desempleo estadounidense se redujo en una décima porcentual en entre junio y julio del presente año, pasando de un 9,5% a un 9,4%, respectivamente.
La cifra implicó el despido de 247 mil trabajadores, cifra positiva en comparación al medio millón de puestos de trabajo que serían eliminados de acuerdo a las primeras proyecciones de los analistas.
Los analistas consideran que estos números podrían significar el cese de la recesión que azota a Estados Unidos y a gran parte del mundo.
El gigante norteamericano vio como unos 436.000 trabajadores perdían sus trabajos durante cada mes del segundo semestre, digito considerable que aún así representaba un avance ante la pérdida de 700.000 puestos mensuales en el primer trimestre del 2009.