La tecnología puede ayudar a evitar estas situaciones, usando geolocalización, Internet de las Cosas (IoT) y wearables es posible resguardar la seguridad dentro del hogar.
La contingencia que vivimos nos enfrenta día a día ante nuevos desafíos y retos, no solo a nivel laboral sino especialmente en el personal. El aislamiento social sin duda ha jugado un rol fundamental en la moral y psique de las personas durante más de tres meses, dejando en claro que quedarse en casa no es sinónimo de estar a salvo.
La falta de comunicación, ansiedad, estrés y otros factores alteran las dinámicas familiares. Y esto, sumado a los ya existentes casos, en condiciones normales, de maltrato intrafamiliar, ha provocado que hayan aumentado los llamados por violencia intrafamiliar en distintas regiones de Chile.
Las cifras son reveladoras, el Fono de Orientación en Violencia 1455, del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, ha tenido un 45% más de llamadas el último mes, mientras que el Fono 149 de Carabineros de Coquimbo, que ve especialmente casos de violencia intrafamiliar, ha recibido un 70% más de llamadas que en relación al año anterior. Mientras que, en Providencia, se reportó un aumento de 500% en denuncias por violencia intrafamiliar durante la cuarentena.
No obstante, esta situación no ha sido distinta a las realidades de otros países del mundo. El New York Times informó que, en España, el número de emergencia por violencia doméstica recibió un 18% más llamados durante las dos primeras semanas de aislamiento que en el mismo período del mes anterior, mientras que la policía francesa reportó un aumento en todo el país de alrededor del 30% en violencia doméstica el pasado 2 de abril.
Ante este escenario, muchos países, gobiernos y organizaciones han implementado distintas iniciativas para combatir el maltrato dentro del hogar. El pasado 5 de abril, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, instó a los gobiernos abordar la violencia doméstica como una prioridad durante la pandemia y tomar medidas.
Para enfrentar estas situaciones, la tecnología puede ser un gran aliado. Desarrolladores han creado y puesto en marcha diversas aplicaciones y wearables para ayudar a las víctimas durante y después de los incidentes. Algunas de ellas son utilizadas por los usuarios para obtener información relevante como refugios, atención médica o asesoramiento, mientras que otras son para obtener ayuda rápidamente durante el incidente, a través de dispositivos portátiles IoT discretos.
En esa línea de ideas, SAS, en asociación con la compañía CAP Science, desarrollaron dispositivos portátiles que pueden ser usados por las víctimas de violencia doméstica para garantizar que el perpetrador se mantenga a una distancia segura de la persona afectada.
Los sensores en el dispositivo portátil, similares a un reloj inteligente o pulsera de actividad, funcionan con el software SAS para recopilar datos e informar continuamente sobre la ubicación de la persona abusiva en tiempo real.
«Si se manipulan los wearables, la policía y la víctima son notificados de inmediato», detalla Kimberly Calhoun, CEO y fundadora de CAP Science Labs LLC. «Si el delincuente se acerca a algún lugar que no debería o está cerca de la víctima, la policía y la víctima reciben una alerta».
Estas alertas proactivas ayudan a la policía a responder a tiempo para proteger a las víctimas, y los datos registrados son evidencia admisible que puede usarse para condenar a los delincuentes si violan las órdenes judiciales.
“Los datos son fuente de poder y son una gran fuente de información relevante, no solo para las empresas sino para la vida cotidiana. Empresas, servicios públicos e instituciones pueden crear estrategias basadas en datos y tecnologías avanzadas para con soluciones a distintas necesidades del mundo, entre ellas aportar en la reducción de los casos de violencia intrafamiliar o su reincidencia”, asegura Marcelo Sukni, gerente general de SAS Chile.
Asimismo, el ejecutivo afirma que entre las tecnologías más utilizadas para estos casos se encuentra la analítica predictiva, la inteligencia artificial, el IoT y el aprendizaje automático.
Lo cierto es que la tecnología puede ser de utilidad de manera transversal y trae consigo una mejora en la calidad de vida de las personas, a tal punto de ayudar a resolver problemas humanitarios.
