El Papa Benedicto XVI afirmó que el mundo sufre una dictadura del relativismo debido a que el ser humano no posee la capacidad de conocer más allá de lo que los adelantos científicos permiten apreciar.
El santo padre realizó estas declaraciones ante miles de fieles que asistieron a la audiencia pública de los miércoles, efectuada en el patio de la residencia de los papas en Castel Gandolfo.
En el marco del recuerdo sobre san Juan María Vianney, el sumo pontífice lamentó que la imposibilidad de conocer los secretos de la existencia provoque una constante mortificación en el ser humano, lo que redunda en el predominio de la razón sobre la fe.