Un hecho milagroso tuvo lugar en Australia luego de que un coche con un bebé de sólo cinco meses de vida cayó a las vías del tren, justo en el momento en que pasaba la máquina.
Ante la mirada estupefacta de su madre y el resto de las personas que esperaban por el tranvía, el niño resultó totalmente ileso.
La madre no pudo evitar el deslizamiento del coche hasta la vía y el convoy no alcanzó a frenar a tiempo para evitar arrollar al menor.
Afortunadamente, al pequeño no le ocurrió nada grave y únicamente se golpeó levemente la cabeza, a raíz del impacto contra el suelo de la vía.