El presidente Iraní Mahmoud Ahmadinejad catalogó como un montaje las supuestas pruebas estadounidenses sobre un posible test de un disparador para bombas nucleares.
En una entrevista televisiva, el mandatario dijo que esto no era cierto y que las repetidas acusaciones en contra del programa nuclear de su país ya era «una broma repetitiva y de mal gusto».
Irán niega ningún interés en eventuales armas atómicas, explicando que sus intereses son sólo con orientación civil.
El periódico Times dijo obtener un documento originario de 2007, que describía un plan a cuatro años para testear un disparador nuclear con uranio.
En otro texto, supuestamente se revelaba que un Mohsen Fakhrizadeh era nombrado director de un departamento de «expansión de tecnologías avanzadas», lo cual sería una fachada para un programa secreto de armas atómicas.
Ante esto, el presidente iraní dijo que eran todos medios de comunicación diseminados por el gobierno norteamericano.
Agregó que era posible conversar el tema con la ONU, siempre que fuera en condiciones justas.
«Irán no gusta de la confrontación, pero no seremos pasados a llevar por nadie» sentenció Ahmadinejad.
Además declaró que «si quieren imponernos más sanciones, háganlo», refiriéndose a los castigos impuestos ya por la ONU por no querer suspender su programa de enriquecimiento de uranio.