El alcalde de la capital somalí, Mogadishu, le pidió a sus residentes que se retiraran de las zonas de guerra, durante las intensas luchas contra los insurgentes.
Al menos 50 personas han muerto en los tres días de ataques de las fuerzas rebeldes musulmanes.
Las autoridades dijeron que la esperada represalia del gobierno en contra de los insurgentes empezará en cualquier momento, por lo que es mejor que los civiles evacuen a una distancia de al menos dos kilómetros.
La mitad de los residentes de Mogadishu ya se han ido de la ciudad ante el conflicto, que ya lleva dos décadas aquejando a la población.
A pesar de las estimadas 33 mil personas que habrían evacuado, muchos no se han movilizado aún, lo cual podría dificultar la respuesta ante el ataque.
Según testigos y familiares, una gran parte de los somalíes no han podido retirarse porque se hallan atrapados entre los dos frentes.
Por mientras, el ejército retiene la ofensiva, evitando que ingresen a los sectores que aún controla el gobierno, apoyados por efectivos de la Unión Africana.