La Corte Suprema de Burma oyó la apelación final en contra del arresto domiciliario extendido de la líder democrática San Suu Kyi.
Su sentencia se extendió por 18 meses, tras lo que se extendió una apelación a una corte menor y fue rechazada.
Los abogados han planteado su defensa en torno a un tecnicismo más que en los elementos del caso, dijo una corresponsal.
Afirman que los cargos en contra de su cliente fueron basados en una constitución que ya ha desaparecido.
Uno de los defensores dijo confiado: «desde el punto de vista netamente legal, deberíamos ganar».
La ganadora del premio nobel de la paz lleva 14 de los últimos 20 años en detención.