La última superviviente, del grupo que ayudó a proteger a Ana Frank y su familia de los nazis, Miep Geis, murió en Holanda a los cien años.
Ella y otros empleados del padre de Ana Frank, Otto, los alimentaron mientras se escondían en una pieza secreta sobre los negocios de Amsterdam.
El diario de Ana sobre cautiverio, que terminó en una traición, es uno de los textos más importantes del holocausto.
Miep Geis, quien rescato el diario y lo mantuvo a salvo hasta el termino de la guerra, murió en un hogar de retiro tras sufrir una caída en vísperas de Navidad.
Al hablar en 2009 durante su centésimo cumpleaños, Geis habló humildemente, diciendo que otros hicieron mucho más para proteger a los judíos en Holanda.
Ella y los otros empleados lograron mantener a Ana y siete otros alimentados por dos años.
Cuando la familia fue encontrada y deportada, Ana murió de tifus en el campo de concentración alemán de Bergen-Belsen.