Al menos 20 insurgentes murieron en una operación de las fuerzas de seguridad rusas en la república de Ingushetia.
El enfrentamiento ocurrió cuando las tropas rodearon a un grupo de militantes en un bosque ubicado cerca del borde con Chechenia.
Los ministros del Interior y Defensa lanzaron la ofensiva el jueves, destinada a disminuir la insurreción de estos rebeldes musulmanes que ha aumentado en los últimos años.
El Presidente Dmitry Medvedev dijo que los conflictos en el norte del Cáucaso son el mayor problema doméstico del país.
Anteriormente, Rusia tuvo que combatir con la república musulmana de Chechenia, lo que cobró unas cien mil vidas y dejó a la región destruida.
Según los analistas, muchos de los militantes se unen a la causa debido al alto índice de pobreza de la región y los abusos en cuanto a secuestros y torturas de parte de las fuerzas de seguridad.