La niña, que sufre déficit atencional, fue obligada a estar detrás del escritorio del profesor y mirando a la espalda de éste.
Una inusual medida tuvo que soportar una estudiante de Sexto Básico de un colegio de Chillán por tener déficit atencional.
Durante dos meses permaneció sentada detrás del escritorio del profesor, mirando la espalda de éste, y con el dorso hacia la pizarra.
La madre de la menor de 12 años denunció en el Ministerio Público esta situación ocurrida en la escuela municipal Javiera Carrera.
Explicó que la niña presenta déficit atencional, por lo que su médico le había recomendado que quedara sentada lo más cerca posible del profesor, pero nunca detrás de él.
«Mi hija me dijo que la tenían sentada detrás del profesor, así que tomé mi cámara y fui a ver si era cierto y para mi espanto y pena me di cuenta que era cierto: Mientras la profesora le explicaba al resto del curso, mi hija le veía la espalda. Es terrible lo que sentí en ese momento», dijo la madre.
La Dirección de Educación Municipal (Daem) cambió a la menor a otra escuela y según el director de la entidad, Juan Sáez, «aquí hay una situación que no corresponde y que genera una suerte de discriminación».