La Secretaria de Estado Hillary Clinton culpó a los líderes de Nigeria de la ascendente radicalización de los jóvenes provenientes de dicho país.
La representante de EEUU argumentó que las principales causas serían la extrema pobreza del país y su «increíble corrupción».
Clinton se refería al nigeriano de buena familia que intentó explotar un avión que llegaba a Detroit en la Navidad pasada.
Planteó su creencia de que al joven Umar Farouk Abdulmutallab le perturbaba la riqueza de su padre.
El gobierno del país africano no ha respondido a las palabras de la Secretaria de Estado.
A pesar de ser uno de los principales exportadores de petróleo, la población de Nigeria vive sumida en la pobreza.
Con su extensa población musulmana y la industria del petróleo, los diplomáticos de Occidente temen hace tiempo que pueda convertirse en un objetivo de al-Qaeda.