Entre fuegos artificiales, Dubai inauguró el lunes el rascacielos más alto del mundo, llamado Burj Dubai, que significa en árabe «Torre Dubai».
El edificio, que mide alrededor de 830 metros y costó $1.5 billones de dólares, ofrece departamentos de lujo, oficinas y un hotel diseñado por Giorgio Armani.
La gente del proyecto quiso que fuera un monumento a la infinita posibilidad de creación de Dubai, uno de las siete estados que conforman a los Emiratos Árabes Unidos.
Sin embargo, hay preocupación por la crisis financiera mundial, pues en 2009 los precios de las propiedades cayeron hasta un 50%, por la facilidad de créditos y excesiva construcción.
Para ayudar en la situación, el Presidente de los Emiratos y califa del vecino estado Abu Dhabi, inyectó decenas de billones de dólares a Dubai para que saliera adelante.
Por ello, durante la ceremonia de inauguración fue anunciado que el rascacielos sería renombrado Burj Khalifa, en honor al mandatario.
El edificio derrocó a la creación taiwanesa, el Taipei 101, que sostuvo desde 2004 el título como la construcción más alta, midiendo 509 metros.