Gracias a la mano de Henry, la escuadra gala marcó el gol definitorio y dejó a Irlanda fuera de Sudáfrica 2010.
Con la falta cometida por Henry, que pasó desapercibida para el árbitro, Francia convirtió el 2 – 1, que le aseguró un puesto en Sudáfrica 2010 y dejó a Irlanda sin posibilidades de asistir al máximo evento futbolístico del mundo.
Thierry Henry, capitán de la selección francesa, aseguró que le dijo al árbitro que había sido mano, pero que éste no le hizo caso y le respondió que él no era colegiado.
«Sí, fue mano. Pero yo no soy el árbitro. Estoy en el área, hay dos defensores frente a mí. La pelota rebota en mi mano, el árbitro no lo ve y yo sigo jugando» comentó a ESPN.
Por su parte, el técnico de la selección irlandesa, Giovanni Trapattoni, dijo que fue «gran error» el cometido por el sueco Martin Hansson.
De esta manera, Irlanda quedó fuera del Mundial, con una evidente amargura por haber perdido en condiciones claramente no justas.