Algo está pasando en el ciberespacio con Twitter y los famosos, ya que cada vez más las celebridades están cerrando sus respectivas cuentas de la red social.
Las estrellas descubrieron que Twitter no sólo puede ser una gran herramienta promocional para llegar a sus seguidores, sino que también posee desventajas.
La cantante adolescente Miley Cyrus borró su cuenta, ya que su nuevo novio Liam Hemsworth se lo requirió.
La estrella de «Hairspray», Amanda Bynes, borró la suya la semana pasada sin decírselo a sus seguidores. A principios de mes, la estrella de Disney Demi Lovato, de 18 años, escribió en Twitter que lo abandonaba porque «el acceso que otros tienen me resulta incómodo».
En nuestro país, el periodista Iván Valenzuela cerró su cuenta argumentando que le había hastiado la red social.
Robert Thompson, profesor de la Universidad de Siracusa, experto en televisión y cultura popular argumenta «lo bueno para los famosos era la idea de poder prescindir de mandar un comunicado de prensa y poder llegar directamente a quienes te siguen».
Thomson también sostiene que las estrellas pueden ser ridiculizadas o puede aparecer el exceso de confianza por parte de sus seguidores y fans.
«Solíamos pensar que los famosos eran gente distante con la que no podíamos comunicarnos nunca. Twitter cambió eso y algunos famosos se están cansando», apuntó el experto facultativo.
Lo confirma la cantante country, LeAnn Rimes, quien era usuaria activa de Twitter cuando su matrimonio terminó después de que le fuera infiel a su marido con el actor casado Eddie Cibrian.
Una fotografía de Rimes y Cibrian besándose luego de divorciarse de sus cónyuges desató la tormenta. La cantante empezó a ser atacada en Twitter, pero cuando la artista intentó defenderse, los usuarios se volvieron contra ella con mayor fuerza.