El agobiado por la prensa, Tiger Woods, dejó la clínica en la que estaba internado por su «adicción al sexo».
Acompañado de su esposa Elin Nordegren, el millonario golfista terminó un tratamiento que lo tuvo seis semanas encerrado, tras los escándalos que provocaron sus diversos amoríos que se hicieron conocidos abruptamente a fines de 2009.
Al parecer, su pareja le habría perdonado las infidelidades si aceptaba la rehabilitación.
Para intentar dejar atrás el mal rato por el acoso de la prensa, Woods y su familia se retirarán en su yate para viajar un tiempo e intentar volver a la normalidad.
Se rumorea que Woods podría volver luego al campeonato, específicamente para el Masters de Augusta en Abril.