Hoy se registró en Nueva Zelanda un sismo de magnitud 7,2 de escala Richter, provocando medio centenar de heridos y algunos daños leves en los edificios, según lo estima el primer balance de los hechos.
El Servicio Geológico de Estados Unidos, organismo que vigila la actividad sísmica mundial, declaró que el epicentro de la sacudida se localizó a 28,4 kilómetros de profundidad bajo el lecho marino, a 31 kilómetros al noroeste de la ciudad de Christchurch, y a 299 al suroeste de Wellington, la capital neozelandesa.
Sin embargo, el intenso remezón dejó sin electricidad la zona cercana a Christchuch -la segunda mayor ciudad del país y habitada por unas 380.000 personas- indicaron fuentes de Radio Nueva Zelanda.
Tal como en nuestro país, tras el primer temblor le siguieron varias réplicas más, y las líneas telefónicas se saturaron a consecuencia de las cientos de miles de llamadas efectuadas por sus habitantes. También autoridades evacuaron el aeropuerto de Christchurch que resultó con algunos daños.
Se informó, además, por fuentes policiales de la ciudad, que se desplomaron varias paredes y chimeneas , junto con grietas en algunas construcciones.