No hay caso con este equipo multimillonario. Una vez más, el Real Madrid quedó en evidencia y sucumbió ante un equipo visitante que aprovechó los múltiples regalos defensivos que le concedió.
La escuadra dirigida técnicamente por el chileno Manuel Pellegrini no logra plasmar una idea futbolística definida. Peor aún, da la impresión de que cada gol sale de una genialidad de sus jugadores más que una jugada preparada.
Con una improvisación que asusta, el Milán aprovechó todas las concesiones defensivas y venció por tres goles a dos al cuadro madridista, en cotejo válido por la primera ronda de la Champions League.
Si bien Raúl abrió la cuenta para el Madrid, dos errores impensados en un arquero de la calidad de Casillas permitieron que Pirlo, y luego Pato, adelantarán al cuadro milanés.
Con más honor que con ordenamiento táctico, el Madrid consiguió el empate luego de que Raúl sirviera un córner para el que no estaba designado, y el holandés Drenthe machacara desde fuera del área el pórtico de Dida.
Luego, más errores defensivos y un accionar que no presenta claridad en la faceta ofensiva. ¿Resultado? Nuevo gol de Pato y el Milán que venció con justicia.
Una derrota que caló hondo en el sentir madrileño que cada vez dificulta más el trabajo de Manuel Pellegrini, quien trabaja en un club donde la paciencia no existe.