El hecho sucedió en la ciudad de Perth, al oeste de Australia donde una escuela católica premió el disfraz de un niño vestid0 de Adolf Hitler.
El niño de 10 años, obtuvo el premio del «mejor disfraz de su clase» por un jurado compuesto por el director del establecimiento y varios profesores.
La institución -a través de una carta- pidió perdón a los padres de los menores, los que cuestionaron fuertemente la decisión de premiar a un niño con la esvástica, sosteniendo que este tipo de comportamientos son inaporopiados para un colegio.
Según un periódico local, el concurso consistía en vestirse de algún personaje famoso, iniciativa cuestionada porque otros niños «se disfrazaron de vampiros o de la muerte», señala otro padre molesto.
Frente a esta polémica, que ha traspasado las fronteras, los profesores consideraron que «para futuras actividades de disfraces se restringirá la elección de personajes a aquellos que sean apropiados para alumnos de primaria».