Tal como lo hiciera Hillary Clinton ayer, Barack Obama arribó a la cumbre contra el cambio climático en Copenhagen y sentenció que es imperativo llegar a un acuerdo inmediatamente.
Afirmó que a pesar de que no hay dudas sobre la importancia del cambio climático, sí las hay en torno a la capacidad de cooperación entre la comunidad internacional.
Este viernes es el último día de la cumbre y los líderes se reunieron en un ambiente de incertidumbre sobre a qué tipo de acuerdo se podría llegar.
A pesar de que había una propuesta realizada por una agrupación de países presentes, fue rechazada durante las sesiones de anoche.
Obama sentenció que él no viajo a Copenhagen a hablar, sino a actuar.
Recordó que de no trabajar ahora contra cambio climático, éste proporcionará riesgos inaceptables para la seguridad internacional, la economía mundial y el planeta.
El Primer Ministro de China, Wen Jiabao, también se refirió a la situación, argumentando que para superar este desafío es necesario aumentar la confianza y la cooperación internacional.
Agregó que se debe tratar con honestidad las responsabilidades históricas, los niveles de emisión y el tipo de desarrollo de cada país.
Los mandatarios de ambos países se reunieron luego para llegar a algún tipo de acuerdo.
Ambas naciones son las más criticadas por las trabas que han colocado, a pesar de que EEUU y China son los dos mayores emisores de carbono del mundo.
La principal demanda estadounidense es transparencia de parte del gigante asiático, precisamente el punto al que se rehusa en ceder Jiabao: el monitoreo internacional de sus emisiones.