(Por Marcel Socías Montofré, ex periodista de La Nación)
-En la tristeza también hay dulzura. Te abandonas. Como en esos trenes donde retozaba Jorge Teillier. La tristeza es tierna. Hasta enamora de solitario…-, pensó ella mientras preparaba solterona y a los cuarenta y tantos la jeringa con morfina que se supone era para el cáncer de su madre. La vida. Tan insistente por mente. El corazón, tan latido y bandoneón. La morfina. Tan en exceso que elimina. Los ojos. Sí, los ojos desorbitados de su madre pidiéndole que no lo hiciera. La muerte. Sí, la muerte propia y la soledad. La soledad. Esa, la triste cadencia en tango de su madre desesperada y ahora solitaria. En su silla de ruedas frente al cuerpo de su hija enjeringada. La muerta.
-Tan joven y desubicada esta niña-, pensó su madre y miró el reloj. Pronto comenzarían las noticias de las seis…
(Proyecto ComunicArte en el Libro Imaginario Ventanidades)
Por Marcel Socías Montofré
Amanuense y corresponsal para Nueva York
El Tabo. Ruta de Los Poetas. Chile de océano y Pacífico.
Junio 18 de 2018