Escalofriantes resultan las últimas cifras entregadas por la Cruz Roja que contabilizan al menos 3.000 muertos, además de 450.000 que han perdido sus hogares debido al sismo de 7,6 grados en la escala de Richter que sacudió el 30 de septiembre la isla indonesia de Sumatra.
El responsable del Comité Internacional de la Cruz Roja en Padang, Bob Mckerrow, señaló que la cifra de fallecidos superará con creces el número hoy divulgado.
Padang fue una de las ciudades mayormente afectadas por el sismo y es la capital de la provincia de Sumatra Occidental, con una población de alrededor de 900.000 habitantes.
De acuerdo a antecedentes entregados por la Cruz Roja, entre 170.000 y 200.000 casas resultaron dañadas por el terremoto y al menos un 50 por ciento están completamente destruidas.
La Cruz Roja estima que han sido dañados los hogares de un millón de personas, número equivalente al 17 por ciento de los habitantes de Sumatra Occidental.
Las enfermedades se han convertido en foco de atención por parte de las autoridades, además del hambre que ataca a los millones de sobrevivientes, por lo que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) tiene previsto distribuir a 50 toneladas de comida en la región de Pariaman, el sector más perjudicado por el movimiento telúrico.