La reunión entre las partes fijada para ayer a las 20 horas, fue suspendida a petición de los huelguistas.
De esta forma los comuneros rechazaron el plazo de 24 horas propuesto por el Gobierno, como ultimatum a las demandas impuestas por los manifestantes: retirar las querellas que patrocina el Ejecutivo invocando la ley antiterrorista.
La decisión fue comunicada en Concepción por Natividad Llanquileo, tras reunirse con otros voceros mapuches de Angol y Temuco respectivamente.
La cita aplazada, contaría con la asistencia de los dirigentes mapuches, el obispo Ricardo Ezzati y el subsecretario de la Segpres, Claudio Alvarado, en representación del Estado.
«Los baches son objetivos, hay distancias, hay posiciones que tienen puntos de divergencia, así que hay que esperar que los comuneros hablen entre sí», señaló en la jornada de ayer Monseñor Ezzati.
Sin embargo, fuentes de Palacio señalan que la oferta hecha por el gobierno el sábado sería la última propuesta que hará el Ejecutivo. Ese mensaje fue transmitido ayer a los voceros de los huelguistas y al obispo de Concepción.
Por su parte, en Santiago enfatizan que si los mapuches no terminan con su huelga de hambre, se trasladará a los más comprometidos de salud a centros asistenciales, donde no descartan alimentarlos a la fuerza, según lo estimó la Corte Suprema el viernes pasado.
En tanto, ayer en horas de la mañana, el obispo Ezzati pasó a buscar a las voceras Natividad Llanquileo y Pamela Pessoa, para dirigirse hasta la cárcel de Angoly entregar personalmente la oferta del Gobierno a los hueguistas que se acercan a los 80 días de ayuno.