China saca la versión 2D de Avatar de sus cines, según los medios, porque su trama emula las forzadas expropiaciones en el país asiático.
La autoridades insisten que la decisión tiene un fundamento comercial, pues la versión 3D hizo dos tercios de las ganancias.
Los críticos alegan que la trama de la película es un paralelo del retiro de millones de residentes para ser reemplazados por desarrolladores de propiedades.
El gobierno también desmintió que la película haya sido sacada de la cartelera para reducir la competición con las producciones nacionales.
Entre ellas, se incluye la biografía de Confucio, protagonizada por Chow Yun-fat, que fue producida con aporte estatal y se estrena la próxima semana.
Estas expropiaciones son un tema delicado en China, marcados por las protestas en las que varias personas se han quemado a lo bonzo.