Luego del espectacular séptimo lugar que obtuvo el gimnasta chileno Tomás González en el último mundial de la especialidad, la necesidad de ayuda para poder financiar su carrera se torna cada vez más imperante.
La distancia con los ingresos de otros deportistas es abismal, lo que queda plasmado en el hecho de que su entrenador, el cubano Joel Gutiérrez, era su único soporte en la cita.
A diferencia de González, todas las potencias mundiales contaban con al menos un entrenador, un médico, un sicólogo y un fisiatra.
El chileno, de 23 años, carece de los implementos básicos para entrenar, lo que queda graficado en que entrena en un piso duro y no cuenta con un piso cuya superficie se asemeja a un trampolín –tal como en las citas mundiales-.
Esas pequeñas diferencias, además del dinero y los equipos multidisciplinarios, terminan por cargar la balanza en desmedro del crédito nacional.
González sólo cuenta con el apoyo monetario del ADO, tal como lo tuvieron Kobrich y Natalia Ducó, pero no es suficiente para financiar su carrera.
El presidente del Comité Olímpico de Chile, Neven Ilic, aseguró que el ADO seguirá apoyando a su deportista y si se necesita más dinero, se buscarán los mecanismos para obtenerlos.