La ocurrencia estadounidense parece no tener límites, además del apego por las tradiciones, sin importar cuán comerciales puedan ser.
En esta ocasión, el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y su familia, decidieron celebrar la tradicional fiesta de Halloween en la mismísima Casa Blanca.
Los Obama repartirán golosinas en su casa, y se estima que recibirán la visita de cerca de 2 mil niños en compañía de sus familias.
Los pequeños que disfrutarán del agasajo por parte de la casa presidencial provienen de diversas escuelas de Washington, Maryland y Virginia.