Un golpe de proporciones dio este jueves la Justicia uruguaya, luego de condenar a 25 años de prisión al ex dictador Gregorio Álvarez por la muerte de 37 opositores en 1977 y 1978.
La sentencia sirve de aliciente para despejar el camino hacia la anulación el próximo domingo de la Ley de Caducidad de delitos cometidos por la dictadura.
La sentencia se produce tres días antes de que los uruguayos voten en un plebiscito sobre la posible nulidad de la ley que dejó impunes las violaciones de derechos humanos cometidas por militares y policías durante el Gobierno de facto, acaecido entre 1973 y 1985.
Álvarez, de 83 años, fue considerado culpable de homicidio especialmente agravado de 37 opositores, además del delito de lesa humanidad.