La justicia tarda pero llega, y así lo entendió Argentina que hoy comenzó a procesar al último dictador de Argentina, Reynaldo Bignone, además de otros seis ex militares y un ex policía.
La justicia trasandina acusa a Bignone y a sus hombres de perpetrar 56 casos de secuestros, torturas y asesinatos en Campo de Mayo.
El ex mandatario está acusado de allanamientos ilegales, privaciones de la libertad y torturas perpetradas entre 1976 y 1978 en distintas instalaciones de Campo de Mayo, principal guarnición del Ejército.
Bignone, de 81 años, quien cumple prisión preventiva domiciliaria, es acusado de ordenar la destrucción de documentación en el año 1983, la cual contenía información valiosa sobre violaciones a los derechos humanos cometidos en la última dictadura militar (1976-1983).
De acuerdo a cifras oficiales, unas 13.000 personas desaparecieron durante la dictadura, número que los organismos de derechos humanos elevan a 30.000.