Líderes religiosos británicos se oponen a dichos del astrofísico. «Creer en Dios no consiste en como taponar un agujero y explicar cómo unas cosas se relacionan con otras en el Universo», señaló el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams.
Diversas críticas, desde el ámbito religioso, han recibido las afirmaciones del astrofísico Stephen Hawking en su nuevo libro «The Grand Design». Aquí descarta a Dios como creador del universo.
El texto, que estará en las librerías a partir del 9 de septiembre, señala que el Big Bang -la gran explosión en el origen del mundo- fue consecuencia inevitable de las leyes de la física, y que las nuevas teorías científicas hacen redundante el papel de un creador.
Ante esto, el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, y otros líderes religiosos británicos han manifestado su postura.
«Creer en Dios no consiste en como taponar un agujero y explicar cómo unas cosas se relacionan con otras en el Universo, sino que es la creencia de que hay un agente inteligente y vivo de cuya actividad depende en última instancia todo lo que existe», expresó el líder anglicano al diario The Times.
Añadió que «la física por sí sola no resolverá la cuestión de por qué existe algo en lugar de nada».
Asimismo, el rabino jefe, Jonathan Sacks, declaró por el mismo diario, que «la ciencia trata de explicar y la religión, de interpretar. A la Biblia sencillamente no le interesa cómo se creó el Universo».
«La ciencia desarticula las cosas para ver cómo funcionan. La religión las junta para ver qué significan. Son dos empresas intelectuales distintas. Incluso ocupan diferentes hemisferios del cerebro», indicó el rabino.